martes, 28 de enero de 2014

Hombres armados matan a funcionario de Egipto



28-01-2014EL CAIRO (Reuters) – Dos hombres armados que iban en moto mataron el martes a un funcionario de alto rango del Ministerio del Interior egipcio afuera de su casa en El Cairo, lo que coloca bajo presión al Gobierno apoyado por el Ejército que lucha por contener a la insurgencia islamista.


La muerte del general Mohamed Said, responsable de la oficina técnica del Ministerio del Interior, sugiere que los extremistas están reforzando su campaña contra el Estado en un momento delicado para la política egipcia.


El jefe del Ejército, el mariscal de campo Abdel Fattah al-Sisi, que derrocó al presidente Mohamed Mursi en julio, posiblemente anuncie su candidatura a la presidencia en los próximos días, una decisión que indignará a los Hermanos Musulmanes a los que pertenecía Mursi.


“Esta es una señal de lo que vendrá. La probable candidatura de Sisi a la presidencia simplemente profundizará la hostilidad existente entre el Ejército y los islamistas”, dijo la analista de riesgo de IHS Jane’s Anna Boyd en Londres.


Hermanos Musulmanes acusa a Sisi de llevar a cabo un golpe de Estado que ha minado los logros democráticos conseguidos desde que un levantamiento popular derrocó al autócrata Hosni Mubarak en 2011.


Cientos de seguidores del movimiento islamista murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en todo Egipto en agosto del año pasado.


En los episodios de violencia surgidos desde la salida de Mursi murieron también cientos de miembros de las fuerzas de seguridad.


El asesinato de Said se produjo horas antes de que Mursi compareciera ante un tribunal en El Cairo, por acusaciones de secuestro y asesinato de policías tras una fuga carcelaria en 2011.


Mursi, que afronta cargos en otros tres casos, no tuvo la oportunidad de corear consignas contra Sisi y el Gobierno respaldado por el Ejército, como hizo en sesiones judiciales previas.


Esta vez fue colocado en una cabina de vidrio con un sistema de sonido controlado por el tribunal, en otro ejemplo de cómo las autoridades buscan acabar con la disidencia, algo que ha generado críticas de grupos de defensa de los derechos humanos.


En un momento, Mursi dijo que aún era el presidente legítimo de Egipto, y pidió a los miembros de la justicia que no participen de una venganza política.


Gritando al juez, el presidente depuesto dijo: “¿Quién es usted? ¿Usted no sabe quién soy yo?”.


“Soy el jefe de la Corte Penal de Egipto”, respondió el juez.


El Ministerio del Interior confirmó la muerte de Said, que era ayudante del ministro Mohamed Ibrahim y que a su vez sobrevivió a un intento de asesinato el año pasado.


La violencia política ha afectado la inversión y el turismo en Egipto, un país que tiene una importancia estratégica por su acuerdo de paz con Israel y por el control del canal de Suez.


Grupos extremistas con sede en la anárquica Península del Sinaí han matado a cientos de policías y soldados desde la caída de Mursi, pero la insurgencia islamista parece haberse arraigado en toda la región, que limita con Israel y la Franja de Gaza.


En la década de 1990, Mubarak tardó varios años en sofocar la insurgencia islamista.


La semana pasada, seis personas murieron en una oleada de ataques con bomba contra la policía en El Cairo. Y un grupo extremista con base en Sinaí derribó un helicóptero del Ejército con un misil, matando a cinco soldados.



Hombres armados matan a funcionario de Egipto

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