lunes, 30 de diciembre de 2013

Reúne Chiapas cultura y tradición en fiestas de Fin de Año



Tuxtla Gutiérrez, 30 Dic. (Notimex).- Chiapas reúne cultura, tradición y fiestas, y en este fin de año las familias se preparan para elaborar el platillo a degustar en unidad.


La costumbre de cenar es variada, no es la misma tradición que siguen los zoques de la capital, que los tzeltales, tzotziles, choles, tojolabales, que son los grupos mayoritarios, que los llamados minoritarios lacandones, mames, chujes, jacaltecos, kakchiquel, kanjobal y mochó.


En las comunidades indígenas despiden el año con rituales tradicionales, romerías (peregrinaciones, velas, quema de cohetes), que se acompañan de la bebida embriagante preparada por ellos mismos, comentó el historiador José Luis Castro Aguilar.


En las ciudades crece la demanda de guajolote, ave grande criada en los patios de las colonias, que muchos le llaman pavo, su costo va de los 500 hasta los mil 200 pesos el macho, mientras que la hembra de los 180 hasta los 500 pesos, según el tamaño y el peso del animal.


Los vendedores llegan de las colonias populares y de los ejidos a la capital del estado, se ubican en los alrededores de los mercados públicos “Rafael Pascacio Gamboa”, “Juan Sabines Gutiérrez”, “Los Ancianos”, “5 de Mayo”, “20 de Noviembre” y “Mercado del Norte”.


Doña Manuela Manga López, del ejido Plan de Ayala, de la capital del estado, llevó al mercado cinco guajolotes criados en su patio, cada uno con un valor de 450 pesos, en tanto que su vecina, Petrona Ruiz, cargó seis, cuyo precio varió desde 270 hasta los 630 pesos.


En las banquetas de los mercados se exhiben los animales en rejas, “marchanta, lleve su guajolote”, “marchantita su pavo”, gritan las vendedoras, mientras otras despachan a sus clientes el ave.


Esta especie se puede preparar de varias formas, en caldo, horneada, asada, en estofado, en relleno, se acompaña de salsa de tomate roja y verde, ensalada de repollo, chile verde, cebollas asadas, hay quienes lo acompañan de aceitunas.


Las familias prefieren preparar la cena durante la tarde, ya que entrada la noche van a la celebración eucarística; hay quienes acostumbran a cenar pasadas las 24:00 horas del 31, al filo de las 01:00 horas o 02:00 horas, debido a que en colonias y ejidos, la misa se celebra a la medianoche.


En otros casos, las familias preparan bacalao, producto que antes se remoja durante dos días, se enjuaga con agua para eliminar la sal, se desmenuza y luego se le agregan papas picadas, aceite de oliva, aceitunas, cebolla picada, ajo, jitomates y se lleva al sartén, luego de cinco minutos está listo.


Mientras tanto, en Chiapa de Corzo, no se rompe con la tradición, prevalece la oferta de la “Pepita con tasajo”, rico platillo que se mantiene vivo desde hace muchos años, lo mismo que en los restaurantes.


Chiapas es rico en cultura y tradición, presenta las principales costumbres, fiestas y tradiciones y en el fin de año no puede faltar esa expresión.


Una muestra de esa riqueza son los municipios indígenas de San Juan Chamula y Zinacantán, donde las celebraciones religiosas al interior de los templos católico alcanzan niveles mágicos, en las que incluso se prohíbe tomar fotos.


Ahí, las luces y el humo de las velas se mezclan con las oraciones en varias lenguas indígenas maternas, resalta el olor al aguardiente blanco, en medio de un ambiente de gran misticismo y la juncia esparcida al interior del templo.


El presbítero José Isabel González Gómez, titular de la parroquia “Nuestra Señora de Candelaria”, ha pedido a los fieles que vayan a la misa, a una acción de gracias por el año que termina y por emprender con energías el 2014, con esperanzas de ver el sueño cumplido al final.



Reúne Chiapas cultura y tradición en fiestas de Fin de Año

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